miércoles, 12 de octubre de 2016

SIGLO XVIII Y ROMANTICISMO



Texto sobre El estudiante de SalamancaCanto a Teresa,

DON JUAN TENORIO (Fragmentos en NUEVE PÁGINAS)

¡¡Una sorpresa!! Os invito a disfrutarlo*.




Y un documental impresionante para conocer mejor a Bécquer (EN LA SERIE "IMPRESCINDIBLES" DE TV ESPAÑOLA, con el título "La historia detrás del mito" )


CAZA DEL TESORO sobre Bécquer

Las Rimas hay que DEGUSTARLAS**

Os animo a ver dos películas:

Remando al viento







Al sur de Granada







Sobre el siglo XVIII os traigo una "actualización" MUY ESPECIAL.


EL INSOMNIO DE JOVELLANOS   (Luis García Montero, Habitaciones separadas, 1994)

Pincha sobre el siguiente enlace:  Versión recitada por el propio autor     ¡¡¡¡¡

Porque sé que los sueños se corrompen,
he dejado los sueños.
El mar sigue moviéndose en la orilla.

Pasan las estaciones como huellas sin rumbo,
la luz inútil del invierno,
los veranos inútiles.
Pasa también mi sombra, se sucede
por el castillo solitario,
como la huella negra que los años y el viento
han dejado en los muros.
Estaciones, recuerdos de mi vida,
viene el mar y nos borra.


El mar sigue moviéndose en la noche,
cuando es sólo murmullo repetido,
una intuición lejana que se encierra en los ojos

y esconde en el silencio de mi celda
todas las cosas juntas,
la cobardía, el sueño, la nostalgia,
lo que vuelve a la orilla después de los naufragios.

Al filo de la luz, cuando amanece,
busco en el mar
y el mar es una espada
y de mis ojos salen
los barcos que han nacido de mis noches.
Unos van hacia España,
reino de las hogueras y las supersticiones,
pasado sin futuro
que duele todavía en manos del presente.


El invierno es el tiempo de la meditación.

Otros barcos navegan a las costas de Francia,
allí donde los sueños se corrompen
como una flor pisada,
donde la libertad
fue la rosa de todos los patíbulos
y la fruta más bella se hizo amarga en la boca.

El verano es el tiempo de la meditación.

Y el mar sigue moviéndose. Yo busco
un tiempo mío entre dos olas,
ese mundo flexible de la orilla,
que retiene los pasos un momento,
nada más que un momento,
entre la realidad y sus fronteras.


Lo sé,
meditaciones tristes de cautivo...
no sabría negarlo.
Prisionero y enfermo, derrotado,
lloro la ausencia de mi patria,
de mis pocos amigos,
de todo lo que amaba el corazón.

En el mismo horizonte
del que surgen los días y la luz
que acaricia los pinos y calienta mi celda,
surgen también la noche y los naufragios.
Mis días y mis noches son el tiempo
de la meditación.


Porque sé que los sueños se corrompen
he dejado los sueños,
pero cierro los ojos y el mar sigue moviéndose
y con él mi deseo

y puedo imaginarme
mi libertad, las costas del Cantábrico,
los pasos que se alargan en la playa
o la conversación de dos amigos.

Allí,
rozadas por el agua,
escribiré mis huellas en la arena.
Van a durar muy poco, ya lo sé,
nada más que un momento.

El mar nos cubrirá,
pero han de ser las huellas de un hombre más feliz
en un país más libre.

SIGLO XVIII Y ROMANTICISMO



Texto sobre El estudiante de SalamancaCanto a Teresa,

DON JUAN TENORIO (Fragmentos en NUEVE PÁGINAS)

¡¡Una sorpresa!! Os invito a disfrutarlo*.




Y un documental impresionante para conocer mejor a Bécquer (EN LA SERIE "IMPRESCINDIBLES" DE TV ESPAÑOLA, con el título "La historia detrás del mito" )


CAZA DEL TESORO sobre Bécquer

Las Rimas hay que DEGUSTARLAS**

Os animo a ver dos películas:

Remando al viento







Al sur de Granada







Sobre el siglo XVIII os traigo una "actualización" MUY ESPECIAL.


EL INSOMNIO DE JOVELLANOS   (Luis García Montero, Habitaciones separadas, 1994)

Pincha sobre el siguiente enlace:  Versión recitada por el propio autor     ¡¡¡¡¡

Porque sé que los sueños se corrompen,
he dejado los sueños.
El mar sigue moviéndose en la orilla.

Pasan las estaciones como huellas sin rumbo,
la luz inútil del invierno,
los veranos inútiles.
Pasa también mi sombra, se sucede
por el castillo solitario,
como la huella negra que los años y el viento
han dejado en los muros.
Estaciones, recuerdos de mi vida,
viene el mar y nos borra.


El mar sigue moviéndose en la noche,
cuando es sólo murmullo repetido,
una intuición lejana que se encierra en los ojos

y esconde en el silencio de mi celda
todas las cosas juntas,
la cobardía, el sueño, la nostalgia,
lo que vuelve a la orilla después de los naufragios.

Al filo de la luz, cuando amanece,
busco en el mar
y el mar es una espada
y de mis ojos salen
los barcos que han nacido de mis noches.
Unos van hacia España,
reino de las hogueras y las supersticiones,
pasado sin futuro
que duele todavía en manos del presente.


El invierno es el tiempo de la meditación.

Otros barcos navegan a las costas de Francia,
allí donde los sueños se corrompen
como una flor pisada,
donde la libertad
fue la rosa de todos los patíbulos
y la fruta más bella se hizo amarga en la boca.

El verano es el tiempo de la meditación.

Y el mar sigue moviéndose. Yo busco
un tiempo mío entre dos olas,
ese mundo flexible de la orilla,
que retiene los pasos un momento,
nada más que un momento,
entre la realidad y sus fronteras.


Lo sé,
meditaciones tristes de cautivo...
no sabría negarlo.
Prisionero y enfermo, derrotado,
lloro la ausencia de mi patria,
de mis pocos amigos,
de todo lo que amaba el corazón.

En el mismo horizonte
del que surgen los días y la luz
que acaricia los pinos y calienta mi celda,
surgen también la noche y los naufragios.
Mis días y mis noches son el tiempo
de la meditación.


Porque sé que los sueños se corrompen
he dejado los sueños,
pero cierro los ojos y el mar sigue moviéndose
y con él mi deseo

y puedo imaginarme
mi libertad, las costas del Cantábrico,
los pasos que se alargan en la playa
o la conversación de dos amigos.

Allí,
rozadas por el agua,
escribiré mis huellas en la arena.
Van a durar muy poco, ya lo sé,
nada más que un momento.

El mar nos cubrirá,
pero han de ser las huellas de un hombre más feliz
en un país más libre.



**COMENTA LOS SIGUIENTES TEXTOS: 


El susto fue general, y la alarma llegó a su colmo cuando un surtidor de caldo, impulsado por el animal furioso, saltó a inundar mi limpísima camisa. Levántase rápidamente a este punto el trinchador con ánimo de cazar el ave prófuga y, al precipitarse sobre ella, una botella que tiene a la derecha, con la que tropieza su brazo, abandonando su posición perpendicular, derrama un abundante caldo de Valdepeñas sobre el capón y el mantel. Corre el vino, auméntase la algazara, llueve la sal sobre el vino para salvar el mantel... Una criada, toda azorada, retira el capón en el plato de su salsa; al pasar sobre mí, hace una pequeña inclinación, y una lluvia maléfica de grasa desciende, como el rocío sobre los prados, a dejar eternas huellas en mi pantalón color de perla. La angustia y el aturdimiento de la criada no conocen término. Retírase atolondrada sin acertar con las excusas; al volverse, tropieza con el criado que traía una docena de platos limpios y una salvilla con las copas para los vinos generosos, y toda aquella máquina viene al suelo con el más horroroso estruendo y confusión [...]
                                                                   Larra, "El castellano viejo"



     CANTO  A TERESA                  

¿Por qué volvéis a la memoria mía,
tristes recuerdos del placer perdido,
a aumentar la ansiedad y la agonía
de este desierto corazón herido?
 ¡Ay!, que de aquellas horas de alegría,   5
le quedó al corazón solo un gemido
¡y el llanto que al dolor los ojos niegan,
lágrimas son de hiel que el alma anegan!

[...]  ¿Quién pensara jamás, Teresa mía,
que fuera eterno manantial de llanto    10
tanto inocente amor, tanta alegría,
tantas delicias y delirio tanto?
¿Quién pensara jamás llegase un día
en que perdido el celestial encanto
y caída la venda de los ojos, 15
cuanto diera placer causara enojos?                    Espronceda


REPASO PARA EV. EXTRAORDINARIA 1º ESO

 17 junio. PREPARACIÓN PARA PRUEBA EXTRAORDINARIA del jueves 24 a las 10.30 (hasta las 12.30) en el salón de actos del edificio Rey Pastor...